En la era actual, el término "flygskam" refleja la creciente conciencia sobre las emisiones de CO2 asociadas con la aviación. La "vergüenza de volar" está llevando a la sociedad a buscar alternativas más sostenibles, y el biojet emerge como una solución clave en la transformación del sector. La innovación tecnológica es esencial para impulsar aviones más eficientes y con menores emisiones. La mejora en la tecnología de aviones y motores es un pilar fundamental para una aviación sostenible.
Las medidas económicas, como el fortalecimiento del mercado de emisiones de CO2, incentivan a las aerolíneas a reducir sus huellas ambientales y contribuyen a un cambio estructural en el sector.La optimización del tráfico aéreo y las operaciones de las aeronaves juega un papel crucial en la reducción de emisiones, contribuyendo a un vuelo más sostenible.
La palanca de cambio más significativa es el biojet, un biocombustible sostenible que, mezclado con queroseno convencional, reduce significativamente las emisiones netas de un avión. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) respalda el uso del biojet como la solución más efectiva y rápida para transformar la industria.
Los biocombustibles, provenientes de materias primas alternativas como residuos orgánicos y cultivos vegetales, como el aceite vegetal usado (AVU), ofrecen una solución sostenible para la aviación. Su composición química similar a los combustibles convencionales permite su integración en los motores actuales.El biojet de primera generación, obtenido a partir de aceites vegetales, logra reducciones de emisiones superiores al 60%.
Un ejemplo tangible de esta transición es el vuelo comercial de KLM de Ámsterdam a Madrid, propulsado por queroseno sintético sostenible. Este hito marca el camino hacia un futuro donde la aviación y la sostenibilidad van de la mano.
En Sonne, nos dedicamos a recolectar, transformar y reutilizar aceite vegetal usado, contribuyendo así a la creación de biocombustibles. Al adoptar soluciones como estas, avanzamos hacia una aviación más sostenible y construimos un futuro donde volar no sea motivo de vergüenza, sino de orgullo por cuidar nuestro planeta.
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